El gobierno de Mauricio Macri está tratando de aprobar un proyecto que deroga 33 artículos del Estatuto del Docente de la Ciudad de Bs. As. ¿Qué quiere cambiar ? Quiere reemplazar los actuales procedimientos para la designación de los maestros y profesores.
Actualmente los docentes elegimos seis representantes para c/u de las juntas de clasificación docente y otros tres designa el gobierno para C/U. Estos organismos electivos otorgan un puntaje a cada docente que se inscribe. Elabora todos los años un listado por orden de mérito de acuerdo a normas que establece el propio estatuto. El listado que elaboran nuestros representantes es lo que establece quien accede a los cargos.
El proyecto que el gobierno quiere aprobar reemplaza las juntas electas y representativas por una oficina única compuesta por funcionarios designados en su totalidad por el gobierno. Las actuales normas de clasificación son quitadas del estatuto presumiblemente para modificarlas posteriormente por decreto. Esto les puede permitir designar a los docentes a criterio del gobierno.
Luchamos muchos años para conseguir el Estatuto del docente. Este permitió una carrera docente independiente del gobierno de turno. El estatuto del docente nacional fue sancionado en 1958 luego de una larga huelga. Durante los años 30 había que ser conservador, luego de 46 peronista y a partir del 55 gorila para poder trabajar. Gracias al estatuto la carrera docente se independizó de los gobiernos de turno y el acomodo político se reemplazó por la evaluación de los antecedentes de acuerdo a normas a cargo de nuestros representantes. Sólo las dictaduras militares interrumpieron este procedimiento y ahora lo intenta Mauricio Macri.
Luego de la transferencia de las escuelas a las provincias se sancionaron estatutos del docente por jurisdicción. El de la Ciudad de Bs As data de 1986 y fue debatido por los maestros que en ese momento trabajaban a cargo de la ciudad.
Para modificar este estatuto se debe consultarnos y no eliminar gran parte de sus artículos unilateralmente, afectando nuestra autonomía académica y política, vulnerando derechos que hemos adquirido luego de una larga lucha hace muchos años. También nos genera mucha preocupación porque tememos que las autoridades quieran modificar sin tener en cuenta nuestra postura otras partes de ese estatuto que es nuestro contrato de trabajo.
Actualmente los docentes elegimos seis representantes para c/u de las juntas de clasificación docente y otros tres designa el gobierno para C/U. Estos organismos electivos otorgan un puntaje a cada docente que se inscribe. Elabora todos los años un listado por orden de mérito de acuerdo a normas que establece el propio estatuto. El listado que elaboran nuestros representantes es lo que establece quien accede a los cargos.
El proyecto que el gobierno quiere aprobar reemplaza las juntas electas y representativas por una oficina única compuesta por funcionarios designados en su totalidad por el gobierno. Las actuales normas de clasificación son quitadas del estatuto presumiblemente para modificarlas posteriormente por decreto. Esto les puede permitir designar a los docentes a criterio del gobierno.
Luchamos muchos años para conseguir el Estatuto del docente. Este permitió una carrera docente independiente del gobierno de turno. El estatuto del docente nacional fue sancionado en 1958 luego de una larga huelga. Durante los años 30 había que ser conservador, luego de 46 peronista y a partir del 55 gorila para poder trabajar. Gracias al estatuto la carrera docente se independizó de los gobiernos de turno y el acomodo político se reemplazó por la evaluación de los antecedentes de acuerdo a normas a cargo de nuestros representantes. Sólo las dictaduras militares interrumpieron este procedimiento y ahora lo intenta Mauricio Macri.
Luego de la transferencia de las escuelas a las provincias se sancionaron estatutos del docente por jurisdicción. El de la Ciudad de Bs As data de 1986 y fue debatido por los maestros que en ese momento trabajaban a cargo de la ciudad.
Para modificar este estatuto se debe consultarnos y no eliminar gran parte de sus artículos unilateralmente, afectando nuestra autonomía académica y política, vulnerando derechos que hemos adquirido luego de una larga lucha hace muchos años. También nos genera mucha preocupación porque tememos que las autoridades quieran modificar sin tener en cuenta nuestra postura otras partes de ese estatuto que es nuestro contrato de trabajo.
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